La atención educativa domiciliaria es el conjunto de medidas, procedimientos y recursos puestos a disposición por la Consejería de Educación para dar continuidad a la educación del alumnado que, por razón de enfermedad crónica, enfermedad prolongada, o por lesiones traumáticas, y previa prescripción facultativa, deba permanecer convaleciente en su domicilio por un periodo de tiempo superior a un mes, evitando así el posible desfase escolar que pudiera derivarse de su situación.
Para poder dar una mejor respuesta a este alumnado desde el Aula Hospitalaria se lleva a cabo un trabajo de coordinación y planificación conjunta con el Área de Programas Educativos de la Dirección Provincial de Educación.
A partir de este curso el profesor de Atención Domiciliaria desempeña su trabajo a jornada completa y distribuye su horario entre los alumnos a los que debe atender.